
Muchos no comprenden por qué después de haber aceptado a Cristo como Señor y Salvador, siguen batallando contra los deseos pecaminosos. "Si ahora somos nuevas criaturas en Cristo, porqué los deseos de la carne nos atraen y seducen?-se preguntan.
En el Nuevo Testamento se nos insta a renovar nuestras mentes. Dios nos limpia y perdona de todo pecado, pero queda mucho trabajo por delante para lograr ser las personas que El desea que seamos.
Para que el Señor inicie hoy este proceso en nosotros , es necesario reemplazar los deseos pecaminosos por pensamientos puros, dignos de imitar.
Pablo dijo: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presenteis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo , agradable a Dios, que es vuestro culto racional.No os conformeis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobeis cuál sea la voluntad de Dios, agradable, santa y perfecta Romanos 12:1-2
Nuestras mentes son renovadas por Dios. Al aceptar a Cristo somos perdonados instantáneamente y llamados sus hijos, pero el proceso de transformar nuestra mente depende de que nosotros mismos demos el primer paso.
Limpiemos nuestra mente llenándola con la Palabra y las promesas de Dios.
Le insto a que se vista de Cristo !!!!
Su hermana en la Fe de Cristo Jesús,
Misionera Hellen G. Peralta
No hay comentarios:
Publicar un comentario