Jesucristo, el Señor de mi vida.


"Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo  con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, reunido aquí ahora, ha dado para ti espontáneamente."  1 Crónicas 29:17.

Gracias, Señor, porque sé que estás en mi vida,
porque ya no me siento sola.
Porque ahora, mi fe es mayor.
Y, porque todo mi mundo es mejor.

Sin ti, mi vida no tiene norte.
Eres mi timón, mi barco.
Mi escudo y mi arco.

Oh, Señor aunque mis ojos no te vean,
yo sé que en mi corazón estás.
Me siento muy dichosa porque estarás conmigo,
por el resto de mi vida.

Cuida mis pasos, conduce me por la senda correcta,
donde sea tu voluntad  llevar me.
Que me mantenga siempre alerta de aquel,
que quiera mi paz robar.

Hna Catalina Rey.