"Para que todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" Juan 3:16
Por qué será que muchas personas que conocen a Jesús como su Salvador viven como si no le conocieran? Desafortunadamente no es raro encontrar a creyentes cuyas vidas están consumidas por los celos, amargura, la ira y la depresión. A pesar de su decisión de seguir a Cristo, las evidencias del pecado y la desobediencia indican un falta de crecimiento en su relación con Dios.
Esto levanta la pregunta, es suficiente la salvación? Su decisión de aceptar a Cristo le garantiza vida eterna en el cielo. Pero qué significa la salvación de nuestras vidas aquí en la tierra?
Pablo nos enseña en su carta a los Colosenses 2:6: "Por lo tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo , andad en él. El caminar con Jesucristo requiere de un compromiso que prosigue al momento en que aceptamos Su salvación: someter nuestras vidas al señorío de Cristo.
Contrario a la salvación, someternos al liderazgo de Cristo no es una decisión de un momento. Mas bien implica rendir totalmente nuestras vidas a El cada día.
Existe algún sentimiento, un hábito o alguna área en su vida, que tenga el letrero "prohibido la entrada"? No tenga miedo de que Dios entre allí El es el Creador y Señor del universo. Confiará en El para que sea el Señor de su vida?. Todos los problemas, grandes o pequeños,son de sumo interés para el Señor Jesús.Usted es importante para Dios. Porque Dios le ama,desea bendecirle con oportunidades que le permitan crecer en la fe. Mientras crece su fe, su confianza en El aumentará, y su vida mostrará el crecimiento. Si experimenta un período de disciplina de parte de Dios,no se resista. Dios desea usarle poderosamente pero usted necesita pasar por ciertas experiencias que le preparen para el plan maestro de Dios.
Si su nombre está escrito en el Libro de la Vida procure vivir rendido a Cristo. Confíe en Dios y en su inefable amor. Su amor le convertirá en ese vaso frágil lleno que glorifica al Señor Jesucristo.
Fraternalmente,
Su amiga y hermana en Cristo Jesús,
Hellen G. Peralta